Qué poca poesía


Qué poca poesía ha tenido este, mi día,
pasó de largo
como pasan tantos
laburando como un novato emperrado en llegar lejos
(cuando los jefes no ven ni un solo paso)
atropellándome con mis zapatos
y
haciendo que me olvide de lo importante
hasta que llega el puto ocaso.

Qué poca poesía ha tenido ayer,
(que no hoy, ¿tal vez?, no sé…)

Rompo la rima en mil pedazos porque estoy harto
de que el mundo se odie así mismo
en las manos de los
que no mandamos
y que los cerdos
hagan sus tratos
cuando los idiotas (nos) miramos llorando.

Que poca poesía tienen estos días,
y no hago más que pensar
en el colapso.

Vendrá y se llevará todo
como un tsunami
de desconfianza hecho de miles
de cacerolazos…

Y vendrá
como un vendaval, se llevará
a muchos,
buenos y mandos.

Qué poca poesía tiene ese fracaso,
aunque no queda otra más que esperarlo
porque,
lo que tenemos hoy,
amigos,
no es sólo otro odioso día
lleno
de
millones
de no
refugiados.

Pernando Gaztlu

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